TRATAMIENTO DE LA MADERA

La carcoma y las termitas son una de las plagas más peligrosas para la madera. Son difíciles de detectar a simple vista. Hay que tener buenos conocimientos de su biología para poder identificarlos y los daños que estos xilófagos pueden llegar a ocasionar.

Con estos insectos de la madera, también resulta difícil saber y cuantificar el alcance de los daños, por tanto, es recomendable contactar y asesorarse con un especialista, quien les informará de las posibles medidas preventivas a efectuar.

Las plagas de madera más comunes son las termitas, las carcomas y polillas (en menor medida). Efectuamos tratamientos a todo tipo de maderas, muebles, vigas, casas antiguas enteras, almacenes, etc.

Nuestra Empresa, desea siempre lo mejor para nuestros Clientes actuales y futuros, por lo que insistimos en la necesidad de efectuar tratamientos a la madera en la medida posible y así evitar y poder detener futuras infestaciones de plagas.

La carcoma perfora la madera (vigas, muebles, etc.) construye galerías y la daña, aparte que según sea la madera también la debilita. Deja un característico serrín en forma de polvo. Su presencia se observa y reconoce fácilmente ya que, practican un orificio hasta la superficie de la madera. Aunque la carcoma salga al exterior, incluso a veces se cae al suelo, deja dentro de la misma unos huevos que continuaran el “trabajo”.

Para su eliminación, existen varias soluciones, entre ellas, las más habituales son:

Inyección 1: El método es inyectar biocida a la madera, en un estado poco avanzado de plaga, los agujeros hechos por ellas mismas y después taparlos. Este sistema no es muy práctico ya que los agujeros de la parte inferior de una viga es difícil detener el líquido y después taparlos.

Imprimación: Consiste en aplicar al exterior de la madera dañada, un insecticida líquido o en gel por medio de una brocha. Dependiendo del tipo de madera puede llegar a penetrar de uno a dos cm. En caso de que la madera sea gruesa este sistema es prácticamente ineficaz.

Estos tratamientos son básicos, hechos con carácter probatorio y en el caso que la infestación no sea fuerte podrá tener resultados aceptables.

Inyección 2: Lo más normal y usual es hacerlo a base de taladrar la madera, con una determinada profundidad y espaciado, (en caso que ésta técnica sea permitida según su carácter estético) introducir el producto a través de unos inyectores (tacos) especiales y posteriormente cerrarlos con tapones (los hay de diferente color para darle más similitud a la madera original).

La termita de la madera húmeda. Ésta necesita un elevado grado de humedad, de no ser así no pueden sobrevivir. Es la más pequeña de todas y cuesta de ver. Se la puede confundir con la carcoma. Hacen sus nidos en la misma madera.

La termita subterránea cuyo hábitat es la madera muerta. Hay quien corta el tronco y dejan la raíz sepultada y también simplemente de un árbol caído. No hay que descartar en ningún caso la madera existente en los edificios. También llegan a ella.

Las termitas, igual que las hormigas, tienen su propia jerarquía y asignación de trabajos y responsabilidades. Las hay obreras, guardianas y las aladas que son las que pueden propiciar más colonias y finalmente la termita reina. Según su situación puede llegar a vivir 20 años.

Para determinar el buen de estado de la madera, hay varias maneras para ayudarnos y son:

Dando unos pequeños golpes y escuchar si suena a hueco.

En la base de los marcos de las puertas es donde en un principio empiezan y luego suben.

Los marcos de ventanas hay que presionarlos para comprobar su estado “macizo”.

Observar el suelo en busca de posibles montoncitos de polvo de serrín.

A veces se observa unos túneles de “barro” que salen cuando no encuentran madera.

Y en general una buena inspección ocular.

Llame a Ramon Carné S.L. 609 32 38 22, si desea el asesoramiento de un experto en el tratamiento de la madera.